miércoles, 2 de abril de 2014

Peñista

Este fin de semana es especial, no es EL FIN DE SEMANA, pero digamos que es el hijo pequeño.

Hace ya casi cuatro años ingresé en una peña de las fiestas de mi barrio. Conmigo traje a 6 amigos para que pudieramos vivir esta aventura juntos. En la primera reunión casi salgo corriendo dejando a todos atrás, sin pensar en nadie más que en mi, y suerte que no lo hice. Miré a mis amigos y di la cara por ellos.
Al principio me pareció un poco extraño todo, no conocia a nadie, pero parecia como si a nadie le importara. Planeamos los cuatro dias, que por aquel entonces no sabia que iban a srr, los que cambiaran mi vida. Dicho así parece exagerado, pero es como lo siento y por ello creo que me gustan tanto esos colores y lo que significan.
Llegó el dia de empezar, y sinceramente,  no dormi mucho, pero esta vez era por nervios, no sabia lo que me iba a encontrar. El resto de los días era por vivirlo todo al máximo.
Todo fue genial, no conocia a nadie y nadie me conocia a mi, pero no importaba. Todos eramos uno. El que no fregaba, cocinaba y el que no, no hacia nada. Conoci a gente maravillosa, gente con la que se puede contar cuando sientes una lágrima asomando por tus ojos.
En cuatro dias, no dormi más de 5 horas, pero no me arrepiento.
El domingo no me queria ir a mi casa y creo que cuando lo hice lloré, aunque mis lágrimas no salieran.
Durante el resto del año echo de menos esos dias, a esa gente y esas risas. Menos mal que a mitad de año siempre hay un fin de semana para reunirse y reir, saltar y recordar que el primer fin de semana de Agosto el mundo se para y solo hay tres colores, rosa, amarillo t azul.